Los misteriosos caminos del amor (Sandra Comisso - Clarin)

Todo fuera de lo común. Las cuatro ficciones más vistas de la televisión apelan a recursos por fuera de la pasión imposible. Desde los poderes especiales, hasta las órdenes secretas, o las sectas oscurantistas. Los autores explican el porqué de esta tendencia que, además, ya se nota en los proyectos para 2012.

La otra ficción del horario central, Un año para recordar (Telefe) hace viajar en el tiempo a su protagonista, Ana (Carla Peterson), que intenta desviar su destino amoroso con Dante (Gastón Pauls) y con su marido Víctor (Rafael Ferro) gracias al misterioso y mágico hecho de haber retrocedido el tiempo un año.

Un elemento importantísimo en estas ficciones es el tiempo. Pero en Un año para recordar es prácticamente, un personaje más. En este caso, con tono de comedia. “El hecho de que la protagonista viaje hacia atrás en el tiempo implica algo más que el elemento fantástico. Cuando Ana vuelve al pasado está tocando esa fibra que es el destino”, dice Silvina Fredjkes, guionista de la tira de Underground (antes junto a Patricio Vega y ahora con Guillermo Salmerón). “Ella no disfruta de la situación, la padece porque no la puede manejar y embarra las cosas”. Eso sí, hay que tener las reglas bien claras porque sino, las historias pueden convertirse en delirantes. “Todo tiene sentido si se respeta cierta lógica que les ponga sus límites”, dice.

El planteo de esta historia juega con la fantasía de tener una segunda oportunidad para poder cambiar las cosas. En su caso, Ana quiere evitar convertirse en la asesina de su propio marido a quien en el primer capítulo (antes de volver al pasado) mató accidentalmente.

En todos los casos, con más o menos humor, todas las ficciones fusionan varios géneros. O al menos, algunos elementos de ellos: hay algo de policial, bastante de fantástico y mucho de romance.

Para Fredjkes, esta tendencia que inunda la pantalla chica refleja algo que está en el aire. “Muchas veces los creativos captan algo del inconciente colectivo. Y hoy, el gran obstáculo es lo que está afuera de lo terrenal. Me sorprende escuchar a mucha gente que uno no esperaría, hablar de energías. El más allá, lo oscuro, siempre llaman la atención. Y el tema del 2012 y sus profecías marcan un poco esta corriente de pensamiento. Más allá de los que creen o no eso, ya está metido en el discurso cotidiano”. El Apocalipsis o la Nueva Era ya resultan naturales, como el hecho de que la realidad no es lo único que vemos.

De ahí que, uno pueda identificarse con personajes que luchan contra el Mal sin ser superhéroes; que desarrollan capacidades especiales para sobrevivir; que intentan comunicarse profunda y amorosamente en un nivel que está mucho más allá de las ilusiones que plantean las redes sociales.

“El amor clásico, como tema, sigue funcionando. Y lo hará siempre. Pero lo que quizás está agotado sea la forma de narrarlo. Este grupo de personas freakies, como los de Los únicos, tuvieron dificultades para relacionarse más allá de sus dones”, dice Pablo Junovich, también guionista del ciclo. “Buscamos contar eso de manera divertida porque sus poderes no son épicos, son una simple excusa”.

Frente a un resurgimiento de los realities, las ficciones encontraron su lugar de nuevo y se impusieron con fuerza. “Salieron a competir con lo mejor que tienen: la ficción. Y la competencia entre sí es una estimulación mutua para crear”, dice Calderone. “Creo que la idea de encontrarse con el abanico de posibilidades que da el género fantástico es lo que atrapa al público”.

Por su parte, Fredjkes recuerda que el género gótico surge, históricamente, en un momento de auge del racionalismo, como una forma de oposición. “Ahora está de vuelta quizás respondiendo a algún cambio que se siente en el aire”.


Si Ana logrará apropiarse de su pasado sólo para descubrir que ya no ama a Víctor sino a Dante. Como está escrito.

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